Esa puerta...
Escribir es para mí una forma de hablarme a mí misma, de entenderme, de comprender, es como que las ideas que rondan en mi cabeza, no están más en el aire, sino que entran a mi alma y me calman. Escribir para mi, siempre ha sido un desfogue, una manera de liberar sentimientos, de dejarlos ir. Cuando era adolescente lo hacía bastante, escribía poemas, muy tristes, se los enseñaba a mi papá, él me decía que escribía muy bonito y muy conmovedor para ser tan joven. Me encantaba escribir y dibujar, tenía cuadernos bonitos llenos de mis poemas y dibujos, aún así, años después, un día vi todos esos cuadernos llenos de dibujos y poemas tristes, los leí y sentí vergüenza de sentirme así, decidí botarlos, como si al deshacerme de ellos se iría esa parte de mi historia. Ahora miro hacia atrás y creo que en algún momento, lo que quería era eso. Un día decidí no lamentarme más, no mirar atrás, no buscar entender, solo olvidar. En ese momento fue lo mejor, por un momento cerré la puerta, no me vol